Durante la segunda semana de prácticas se nos encomendó la
tarea de leer en voz alta a los niños para de cierta manera fomentar el gusto
por la lectura, al principio fue algo difícil ya que no era nada fácil para
ellos escuchar, siento que lo hacían por obligación, me sentía identificada con
los niños porque a su edad a mí tampoco me gustaba para nada la lectura por lo
que recordé un libro de mi niñez, que me habían regalado mis padres cuando era
yo más chica:
Del autor Carlos Cuauhtémoc Sánchez es un libro con lecturas
de superación para los niños y ayuda a reflexionar sobre las cosas que pueden
pasar en la familia, en la escuela o en diversos lugares donde cotidianamente están,
fue increíble el cambio radical que dieron las lecturas de estos capítulos en
las sesiones de “leer en voz alta” ya que fue un libro que motivo a muchos y
escuchaban con tranquilidad y atención la lectura, de igual manera participaban
al finalizar esta.
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